El comercio informal en Colombia se ha incrementado producto de la diáspora que ha dejado al vecino país lleno de venezolanos por ser uno de los destinos más cercanos y accesibles.
Entre los comerciantes destacan también las mujeres venezolanas, quienes se atreven a vender su cabello para obtener algo de dinero que permita sustentar su hogar.
Cerca del puente internacional Simón Bolívar, algunas mujeres exhiben tijeras a la espera de comprarles a las venezolanas su cabellera.
No se trata de un hurto, es un negocio consensuado, las venezolanas reciben dinero a cambio de cortarse el cabello.
El tono del pelo, la extensión y su condición hacen que su precio varíe, pues con este material se confeccionan pelucas.
Las mujeres pueden recibir 60.000 pesos, lo que equivale a unos 22 dólares.
Redacción Maduradas con información de Sumarium.