Aproximadamente 45 días le quedan a los centros de salud privado para terminar sus inventarios. Los médicos y especialistas han tenido la obligación de ingeniar para poder sortear la escasez de sondas, catéteres o suturas. Entre 208 afiliados nos queda un promedio de inventario de 45 días.
Sin reactivos para pruebas de chagas, VIH y sífilis están trabajando desde hace 3 meses los laboratorios venezolanos. La Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales esperaba la llegada de un cargamento en noviembre del año pasado que le despacharían sus proveedores, pero desconocen si arribó al país.
“Si antes hacías 15 operaciones electivas ahora haces 5”
“Hay una provisión que viene de distintos laboratorios y aún cuando el propio ministerio es el comprador de reactivo, su suplidor local va acumulando las deudas en moneda extranjera. Entonces ese suplidor no puede proveer más”. El año pasado hubo algunos lugares donde ni siquiera era posible hacerte la prueba inicial de detección del VIH. Después de hacerse esa primera prueba, esa persona debería hacerse una segunda denominada confirmatoria Western Blot. Pero, por ejemplo, en Ciudad Bolívar no tienen el Western Blot ¿Qué hace la persona? No está cumpliendo con el paso completo que indica el protocolo de atención. Hay déficit en la provisión de los reactivos para carga viral y hay lugares en el país donde las personas no pueden hacerse más de una prueba, a pesar de que el protocolo dice que debería hacerse cada cuatro o seis meses un test de carga viral, advierte el presidente de la organización no gubernamental, Acción Solidaria, Feliciano Reyna.
Las carencias en el interior de Venezuela congestionan los laboratorios de Caracas. “El Instituto Nacional de Higiene hace una atención a muchos estados donde no se puede hacer esa prueba. En el Instituto de Inmunología en la UCV las pruebas tienen un costo muy razonable, pero tiene fallas para hacer carga viral y CD4. En algunos laboratorios privados se hacen estos exámenes, pero son costosos, más de 2 mil bolívares”, lamenta Reyna.
La semana pasada el Colegio de Bioanalistas reportaba fallas en los materiales para realizar diagnósticos de dengue, antígeno prostático o marcadores tumorales.
Pero no sólo eso. De acuerdo con el director de la Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales, Cristino García, están dañados aparatos de ultrasonidos, tomógrafos, resonadores magnéticos, a la espera de repuestos para poder a ponerlos a funcionar. “La gente que trae ese material pide créditos en el exterior. En este momento la deuda con los importadores de equipos médicos es de 345 millones de dólares a más de 120 días de vencimiento. Esos distribuidores de afuera están pidiendo la cancelación de al menos 50% de esa deuda”, asegura García.
También son escasos los catéteres, tubos endotraquiales para intubar, sondas Foley para evacuar la vejiga, sondas nasogástricas, grapas para equipos de autosutura necesarios para pacientes de cirugía bariátrica o del sistema digestivo. “Se usa la máquina de sutura, pero no tiene grapas. Estamos haciendo la medicina que se hacía hace 30 años. Nosotros en este momento estamos redimensionando las operaciones electivas. Entre nuestros 208 afiliados nos queda un promedio de inventario de 45 días. Entonces lo que estamos haciendo es que si antes hacías 15 electivas ahora haces cinco. Si vienen emergencias, estamos aplicando el proceso de trueque. Llamamos a otra clínica para ver si les queda el insumo que nosotros necesitamos y ellos lo mandan. El 86% de los productos que nosotros usamos es importado”, expresa el director de la Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales.
VIH
Desde finales de 2009, los pacientes con VIH han sorteado las carencias del sistema de salud público. El presidente de la organización no gubernamental, Acción Solidaria, Feliciano Reyna, llama la atención sobre la falta de dos medicamentos esenciales para quienes padecen el virus. “A nosotros nos han llamado para decirnos que no se encuentra Zidovudina (AZT) y Kivexa, que es un fármaco con dos compuestos: abacavir y lamivudina. Los están entregando por separado, pero en algunos lugares no hay alguno de estos dos componentes, de manera que si uno no puede tener el tratamiento completo, tiene que interrumpirlo”, refiere Reyna.
Y es en ese momento cuando llegan las complicaciones. “Una persona con VIH sabe que no debe parar el tratamiento de ninguna manera, porque eso hace que el virus tenga una réplica y puede hacerle daño. Sobre todo si están en un momento en el que está obteniendo buenos resultados. Por esa angustia de no tener los medicamentos, si el paciente de tres que necesita, consigue dos, pues se toma dos ¿Eso qué tiene como efecto? Que está tomándose una dosis no óptima del tratamiento. El virus desarrolla resistencia, y en un momento dado pierde el tratamiento. Una persona que toma su tratamiento con regularidad, sin interrupción logra reducir la carga de virus y tiene menos probabilidad de transmitirlo”, indica.
CÁNCER
La Fundación contra el cáncer de mama (Funcamama) sostuvo un encuentro en diciembre con la viceministra para la salud, Pascualina Cursio, quien se comprometió a exhortar al Instituto Venezolano para los Seguros Sociales (IVSS) a acelerar las compras de medicamentos para los pacientes con esta enfermedad. Se les informó que se reunirían con la directiva del IVSS los primeros 15 días de enero, pero hasta ahora, no ha habido conversaciones.
Las fallas en los aparatos de radioterapia no se han superado. De los 18 instalados en Venezuela, solo 5 funcionan: dos en Caracas, uno en Mérida, uno en Carabobo y otro en Aragua. De acuerdo con la presidenta de Funcamama, Luisa Rodríguez, el ministro Francisco Armada le dio luz verde a la asignación de recursos para iniciar las reparaciones. “El tema es que ellos no quieren solo rehabilitar los equipos de radioterapia, sino el tomógrafo de toda la unidad de imagenología. El punto es que no están los repuestos. No hay Cadivi y entonces lamentablemente se reparó el de Mérida, el de Barquisimeto se puso en operatividad y ya se dañó otra vez. En Anzoátegui estaban comenzando. Los equipos de radioterapia son de distintas marcas. De hecho los proveedores son diferentes. Pese a la buena voluntad del ministro, lamentablemente la situación sigue siendo la misma. Todavía los otros están a la espera de repuestos”, aclara.
Para los pacientes, interrumpir un tratamiento puede terminar en la muerte. “Un esquema de quimioterapia y de radioterapia tiene que hacerse de acuerdo con los lapsos establecidos. Una quimioterapia se debe colocar cada 21 días a más tardar 25. Si usted comienza el tratamiento el primero de marzo, debe tener su segunda quimioterapia a más tardar el 23 de marzo, pero si en julio no se lo puedo hacer a los 21 días sino a los 45, 60 ó 90, resulta ser que tiene que volver a empezar el esquema de quimioterapia. El tumor vuelve a avanzar y todo el tratamiento que se hizo previo se perdió. En el caso de la radioterapia es exactamente el mismo. Si usted no tiene continuidad, hay esquemas de radiaciones diarias, interdiarias, mensuales, dependiendo del tamaño del tumor. Si no tiene continuidad el tratamiento, el tumor se va a seguir desarrollando y lo más probable es que haga metástasis”, alertó.
Las medicinas también están en jaque. 15 fármacos imprescindibles para la lucha contra el cáncer no se consiguen desde abril. Se hicieron compras de “emergencia”, pero solo llegaron a Caracas. No se han distribuido a otros estados.
Funcamama reporta que una caída en la partida para la oficina encargada de atender a quienes padecen este mal. “Si bien es cierto que el presupuesto es 20% superior al del año pasado, también es cierto que la inflación fue 51%. Ese presupuesto va a ser insuficiente para cubrir la demanda que tiene nuestra población. Si este presupuesto de 2013 comenzó a tener problemas entre abril y mayo, imagínate cómo vamos a hacer este año. Cuando se ejecuten esos recursos, se va a pagar la deuda que se tiene anteriormente con la industria farmacéutica y seguirá corriendo el déficit”, dice Rodríguez, así lo reseña El Quinto Día en su portal web.