Aunque el gobierno niega la escasez, es fácil ver que la realidad contrasta totalmente con el discurso, al ver las adyacencias de farmacias y supermercados, cuyas colas evidencian las fallas de abastecimiento que se mantienen desde hace meses y que hacen a los consumidores ir de «tour» por más de 4 comercios semanales para poder obtener los productos básicos.
El gobierno ha insistido en que el desabastecimiento es parte de una guerra económica. Que el sector privado es el que acapara los productos subsidiados para venderlos luego con sobreprecio y afectar el poder de compra de los venezolanos. La realidad para economistas es otra.
“La escasez siempre ha sido el resultado de la falta de producción. No es que se escondan los productos, es que no se fabrican en la misma cantidad que antes y el origen del problema es el régimen cambiario que genera incentivos perversos para la asignación de divisas. No se distribuyen de manera transparente para que los industriales puedan importar y producir”, afirmó Sary Levy, economista y profesora universitaria.
En marzo del año pasado fue la última vez que el Banco Central de Venezuela publicó el índice de escasez. En esa fecha estaba en 29,4%. Aunque no hay estadísticas oficiales, los venezolanos siguen padeciendo la falta de productos, lo que ha modificado los patrones de consumo.
“Los venezolanos han duplicado el número de veces por semana que sale a hacer compras”, detalló Luis Vicente León, presidente de Datanálisis. Un estudio reciente de tendencias del consumidor, realizado por la firma este año, indicó que en promedio los consumidores salen dos veces por semana y visitan hasta cuatro comercios para poder adquirir los productos de la cesta básica.
“Ante los estímulos que producen el desabastecimiento grave, la escasez y la pérdida futura de poder adquisitivo los consumidores captan rápido el deterioro y empiezan el recorrido y la pericia por la compra de los productos. Es un comportamiento racional ante la crisis”, explicó León.
La encuesta también muestra que los consumidores deben invertir entre dos y cinco horas en cola para poder llevar los productos a sus hogares. León aseguró que pese a las dificultades para hacer el mercado, los usuarios se han esforzado por optimizar el tiempo que pasan esperando en los comercios. “Ahora conocen más los sitios donde pueden comprar, los visitan más veces, revisan precios y buscan hacer colas en lugares donde saben que hay más productos. Eso indica porque hay más gente en Mercal y Pdval, que en los privados”, agregó.
La encuesta señala además que este año los consumidores han tenido que usar 48% de su presupuesto para adquirir alimentos. “Ya era alto el porcentaje que se tenía que destinar por ese concepto, pero este año subió 3 puntos”, dijo León. Añadió que si a ese gasto se suma el monto que los consumidores invierten en salud y cuidado personal, la cifra representa 64,4% del presupuesto.
Con información de El Nacional.