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¡TIEMPOS DE PRESIDENCIALES! Le recordamos lo que pasó en los comicios de 2012 y 2013 (+Fraude + qué amargo) (VIDEOS)

A pesar de su carácter ilegítimo, la Asamblea Nacional Constituyente decretó el adelanto de las elecciones presidenciales en el país y ordenó que se realizaran en el primer cuatrimestre de 2018.

Composición: Maduradas

Sería el tercer proceso para escoger presidente en Venezuela en menos de cinco años, toda vez que entre 2012 y 2013, con una diferencia de al menos seis meses, los venezolanos fueron convocados a las urnas electorales para escoger el máximo representante de la magistratura nacional.

En la contienda de 2012 se midieron el presidente Hugo Chávez, quien afrontó la campaña electoral en etapa de cáncer terminal y el dirigente opositor Henrique Capriles Radonski, escogido en elecciones primarias opositoras en febrero de ese mismo año.

Foto; Alba Ciudad

Como candidatos secundarios se postularon también María Bolívar por el Partido Democrático Unidos por la Paz; Orlando Chirinos por el Partido Socialismo y Libertad, Reina Sequera por Poder Laboral y Luis Reyes Castillo por Organización Renovadora Auténtica.

El proceso electoral de 2012 se llevó a cabo el 7 de octubre. A esa instancia se llegó luego de una campaña desmedida del chavismo, en la que usó todos los recursos del Estado para promover la cuarta reelección de Chávez.

Capriles, por su parte, se dedicó a recorrer todo el país bajo la modalidad del «casa por casa» que lo llevó hasta los sitios más recónditos de la geografía nacional.

Foto: Prensa Capriles

Los resultados electorales de la jornada del 7 de octubre fueron anunciados por Tibisay Lucena en horas de la noche de ese mismo día -no se prolongaron hasta la madrugada como solía ocurrir-. De acuerdo con esos datos, Hugo Chávez habría obtenido 8 .191.132 (55.07% de los votos) frente a 6.591.304 (44,31%) de Henrique Capriles. 

Tras conocerse los resultados oficiales, Chávez apareció en el  balcón del Palacio de Miraflores y se dirigió a centenares de seguidores para agradecerles el voto, reivindicar una «victoria perfecta» y también pedir a Dios que le diera «vida y salud».

Poco antes Capriles había reconocido su derrota y enviado sus felicitaciones a Chávez.

«Yo dije que para saber ganar hay que saber perder. Y para mi la expresión del pueblo, lo que el pueblo diga es sagrado (…) Quiero agradecerle a los más de seis millones de venezolanos que me dieron su confianza (…) Nosotros iniciamos la construcción de un camino, el de los venezolanos que quieren un mejor futuro. Y al Presidente quiero enviarle mi felicitación desde aquí, habló un país que tiene dos visiones y ser Presidente significa trabajar por la unión de todos los venezolanos», expresó.

El 13 de abril de 2013: El fraude en la sombra

La alegría del triunfo a Hugo Chávez le duraría muy poco. El empeoramiento de su situación de salud interrumpió de manera abrupta su cuarto mandato y, en cadena nacional del 8 de diciembre de 2012, anunció que las células malignas habían retornado a su cuerpo y que era necesario someterse cuanto antes a una intervención quirúrgica.

«Si algo ocurriera, repito, que me inhabilitara de alguna manera, Nicolás Maduro no sólo en esa situación debe concluir, como manda la Constitución, el período; sino que mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que —en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de nuevo a elecciones presidenciales— ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se los pido desde mi corazón. Es uno de los líderes jóvenes de mayor capacidad para continuar, si es que yo no pudiera —Dios sabe lo que hace—, si es que yo no pudiera, continuar con su mano firme, con su mirada, con su corazón de hombre del pueblo, con su don de gente, con su inteligencia, con el reconocimiento internacional que se ha ganado, con su liderazgo, al frente de la Presidencia de la República, dirigiendo, junto al pueblo siempre y subordinado a los intereses del pueblo, los destino de esta Patria», exhortó en ese momento Chávez.

Las semanas y meses siguientes a esa alocución estuvieron cargadas de hermetismo oficial y de rumores sobre el deceso de Chávez a finales de ese mes de diciembre, pero la confirmación de su muerte no fue hecha oficial sino hasta el 5 de marzo de 2013. 

Apenas 4 días después de la muerte de Chávez, el Consejo Nacional Electoral llamó a elecciones y fijó la fecha para el 14 de abril de 2013. 

La campaña de Maduro, el «ungido» por Chávez, se basó exclusivamente en explotar la imagen del líder chavista recientemente fallecido.

Por su parte, Capriles aceptó nuevamente el reto de representar a la oposición venezolana ante la negativa de cualquier otro líder a inscribirse en la carrera electoral.

Fue una campaña desigual en la que se puso de manifiesto como nunca el excesivo control gubernamental sobre los medios de comunicación. Maduro se aprovechó de la hegemonía comunicacional del chavismo para emitir sus mensajes y prohibió en distintas televisoras privadas la difusión de contenidos políticos asociados con Capriles.

En el marco de la campaña, el CNE propuso que ambos candidatos se comprometieran a firmar un documento público en el que manifestaran que reconocerían los resultados. Ante los vicios y atropellos que se presentaron, Capriles se negó a suscribir el documento y fue enfático en señalar que defendería fielmente la voluntad popular.

El cierre de campaña de Capriles fue monumental y en la avenida Bolívar de Caracas, un bastión de reunión del chavismo. Dos días después Maduro hizo lo mismo y se hizo acompañar hasta del futbolista Diego Armando Maradona.

El polémico resultado:

A pocos días de la contienda, las encuestas anticipaban un final de fotografía como efectivamente terminó ocurriendo.

Durante la jornada en la que Capriles denunció irregularidades relacionadas con amedrentamiento a testigos electorales , robo de actas y obstrucción del voto en algunos centros.

En horas de la noche y luego de que la fiesta estaba casi encendida en el comando Simón Bolívar de Capriles y se había desmontado la tarima en el balcón del pueblo de Miraflores, la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, salió anunciando la victoria de Maduro con 7.587.579 votos (50,61%) sobre Capriles quien habría obtenido 7.363.980 votos (49,12%). 

En la noche del 14 de abril, Capriles desconoció el boletín oficial emitido por el CNE y llamó a un reconteo total de los votos. Su comando de campaña detectó al menos 3.200 supuestas irregularidades que se traducirían en casi un millón de votos irregulares.

«Usted fue el derrotado de esta noche. Usted y su gobierno. Son más de 3.200 irregularidades. Nosotros no vamos a reconocer ningún resultado hasta que no se cuente cada voto de los venezolanos (…) Usted hoy es más ilegítimo que nunca», expresó en la madrugada del 14 de abril desde su comando de campaña.

La petición también fue secundada por el rector del CNE, Vicente Díaz, y por los gobiernos de Estados Unidos, Francia, España, Paraguay, así como también por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.

El CNE controlado por el Gobierno se negó a hacer una auditoría de verificación de todas las actas como la pedía Capriles y solo accedió a una verificación «en segunda fase» del 46% de las cajas de votación no auditadas al azar en un primer momento.

El 17 de abril, Capriles declinó a su llamado a una marcha masiva que había sugerido inicialmente trasladar hasta el CNE para reclamar por los resultados electorales. Justificó su decisión en que había sido alertado de planes «violentos y sangrientos» contra los ciudadanos en dicha manifestación.

Posteriormente, en una controversial declaración pública, pidió a la gente cacerolear y drenar su «arr*chera» con salsa. 

Al menos 10 solicitudes de impugnación de las elecciones fueron introducidas ante el Tribunal Supremo de Justicia y para agosto de 2013 todas habían sido negadas. En septiembre también se presentó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos un amplio informe sobre todas las irregularidades del proceso que habrían afectado el resultado final.

Redacción Maduradas

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