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¡TOTAL MISERIA! «Mi bebé no toma leche desde hace medio año porque no consigo»

Yohandry Bueno carga con su bebé de ocho meses a cuestas. Su condición de madre lactante no es pasaporte para la entrada directa al Abasto Bicentenario, por lo que debe esperar paciente su turno para ingresar al supermercado de la red estatal, adscrita al Ministerio de Alimentación, en donde todas las madrugadas decenas de personas forman hileras antes que salga el sol para adquirir alimentos esenciales de la canasta alimentaria.

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La joven de apenas 16 años no es la única que ha llegado a las 5:00 de la mañana a hacer la cola al abasto, ubicado en el sector de Alta Vista en Puerto Ordaz. Junto a ella, hombres y mujeres, jóvenes y de la tercera edad, esperan sentados en cartones o en sillas plásticas.

El acto es parte de la escena diaria en Ciudad Guayana y una decena de ciudades del país, que ostenta una cotización del crudo criollo de 95,87 dólares el barril al cierre de la cuarta semana de julio, ingreso que no ha permitido abastecer el mercado nacional de alimentos, entre otros rubros de limpieza personal y el hogar, muchos de los cuales son de origen importado.

En el contexto de baja producción, problemas para la adquisición de divisas para importar y alza de los precios, el sector comercio termina siendo el ramo económico más afectado desde el punto de vista productivo, recayendo las consecuencias del limitado suministro de alimentos en los ciudadanos, los más perjudicados al final de la cadena. “Desde hace seis meses mi bebé no toma leche porque no consigo”, dice la joven, al asegurar que ha llevado al niño al médico y el especialista le confirma que “está bien”, “le manda vitaminas para compensar la falta de leche”.

Quienes acudieron a la sucursal de la red estatal este lunes pudieron adquirir harina de maíz precocida marca PAN, fabricada por Empresas Polar; aceite y pollo. “Es la primera vez que vengo y esperaba conseguir leche y azúcar pero no había”, agregó. Beatriz Romero, residenciada en Sierra Imataca (Delta Amacuro) y Rosa Guillén, quien vive en Santa Rosa, compraron el mismo paquete, entre otros alimentos que se consiguen con suerte en el resto de la cadena formal.

Hace un par de meses, la coordinadora de la Misión Alimentación en el estado Bolívar, Leyda González, atribuyó el “eventual” desabastecimiento de productos a la elevada demanda. Correo del Caroní intentó consultar su opinión sobre la prolongada situación, pero se excusó al explicar que no puede emitir declaraciones sin autorización del despacho de Alimentación.

Comercios asiáticos “mejor” surtidos

Nuralbys Martínez, encargada del supermercado Merkanaima, señaló que desde hace semanas carecen de la mayoría de los productos de limpieza del hogar y aseo personal. “Llega una caja de desodorante cada 15 días, el jabón en barra está llegando, pero no tenemos ni champú ni acondicionador”, dijo, al detallar que desde hace un mes no reciben pañales, toallas sanitarias ni tintes para el cabello. “La acetona no la vemos desde el 2013”, agregó.

En cuanto a la provisión de alimentos, más surtida que en otros locales, indicó que por los alborotos que se arman “se hacen pedidos pequeños solo para el personal y un poquito para el anaquel”. En los estantes, al igual que en otros supermercados más visitados, no hay pastas ni arroz regulado. Marbella Kwan, cajera del Automercado Ciudad Alta Vista, señala que a la par de la disminución de los despachos “la gente compra compulsivamente, si hubiese mayor despacho fuera mejor porque todo se acaba rápido y se generan problemas, la gente nos acusa de esconder la mercancía y es un problema”.
En el comercio asiático tampoco fue posible conseguir este lunes pasta y arroz regulado. “La leche descremada llega cada 15 días y se va de inmediato, la de larga duración no llega, es nulo el surtido, igual el papel, el azúcar y la leche en polvo no llegan”.

En el supermercado Santo Tomé tampoco hay pastas nacionales ni importadas ni arroz regulado. El estante dedicado a las pastas está repleto de aceite de oliva y latas de tomate. El aceite de oliva, sustituto de la grasa convencional escasa desde hace meses, cuesta Bs. 200,13 la presentación de 500 cc, un precio 1772% superior al producto regulado.

Sin pañales ni productos para bebé

En el Farmahorro, ubicado en el centro comercial Alta Vista II, se repiten en tres de cuatro pasillos del comercio centros de cama y toallas para incontinencia en los estantes. No hay pañales ni para adultos ni para bebés de ninguna talla, mucho menos artículos de higiene personal para infantes.

En la farmacia SAAS del mismo centro comercial los clientes atraviesan el pasillo central del local para mirar hacia los lados y constatar que “no hay nada”, como expresó un joven treintañero.

En el supermercado Santo Tomé, el anaquel dedicado a productos para bebés está copado por toallas sanitarias, debido al déficit de los primeros. “Increíble que no haya nada, sólo hay lociones y colonias, nada de lo básico”, puntualizó Cristina Gómez, madre de una recién nacida. El recorrido continúa.

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