El pasado 10 de enero Nicolás Maduro asumió un nuevo periodo presidencial, como resultado de los comicios celebrados el 20 de mayo del 2018, los cuales carecen de legitimidad tanto como su gobierno actual, según la oposición y distintos gobiernos extranjeros.
AP/Ariana Cubillos
Más de 50 países han declarado que este periodo presidencial de Maduro es ilegítimo y por tanto, reconocen a Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional y presidente encargado de Venezuela, tras juramentarse el 23 de enero ante todo el país.
De acuerdo con un artículo publicado por el periodista Leonardo Mindez para el medio digital argentino Infobae, hay varias razones por las cuales esta elección del año pasado debe catalogarse como ilegítima y por tanto, Nicolás Maduro también lo es.
1.- Persecución y deslegitimación de los poderes del Estado
Luego de que la oposición tuvo casi la mayoría absoluta en los comicios parlamentarios del 6 de enero del 2015, días después, específicamente el 23 de ese mes, antes de entregar la legislatura, la AN que presidía en ese entonces Diosdado Cabello modificó por completo la composición del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) con la designación de 13 jueces titulares y 21 suplentes leales a Maduro.
Inmediatamente de esos cambios el nuevo TSJ emitió un fallo de invalidez de los resultados electorales en el estado Amazonas y ordenaron no juramentar a los legisladores de ese distrito, orden que la nueva AN no siguió y por tanto fue declarada en desacato.
El régimen convocó a unas elecciones para conformar una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para la cual la oposición no decidió participar. En total, según el rotativo, habría participado al menos el 41% del padrón electoral o quizás menos.
2.- Opositores presos o prohibidos
Actualmente, los principales líderes de la oposición venezolana están inhabilitados políticamente, algunos presos, otros proscriptos y el resto, en el exilio.
El caso más célebre del país es el de Leopoldo López, coordinador político de Voluntad Popular que estuvo preso en la cárcel militar de Ramo Verde desde el 18 de marzo del 2014 hasta el año pasado, cuando recibió una sentencia de casa por cárcel de la cual escapó el pasado 30 de abril en la llamada ‘Operación Libertad’.
Otros casos conocidos son los del diputado Freddy Guevara quien tiene orden de captura y se encuentra refugiado en la casa del embajador de Chile en Caracas, el del exalcalde metropolitano Antonio Ledezma que está exiliado en España y el de Henrique Capriles, quien fue inhabilitado durante 15 años.
3.- Calendario a medida, partidos proscriptos y sin nuevos votantes
Para el inicio del 2018 habían ocho elecciones programadas en el calendario latinoamericano: cinco presidenciales y tres legislativas, pero no se sabía nada sobre la fecha de la elección presidencial en Venezuela. Maduro esperó hasta el final, hizo un montón de cambios que confundieron a los venezolanos y todo esto avalado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), hasta que finalmente se hicieron el 20 de mayo.
A finales del 2017 se celebraron elecciones municipales donde la mayoría de los partidos opositores decidieron no participar. Fue a estos precisamente a los que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) no le permitió participar en los comicios presidenciales y para poder hacerlo, les exigió revalidar su legalidad en pocas semanas con las firmas certificadas de al menos el 5% del padrón electoral. Pese a los intentos, quedaron fuera del paredón electoral las boletas de Voluntad Popular, Primero Justicia y la Mesa de Unidad Democrática.
4.- Control, descontrol y extorsión
Llegado el día de la elección, las únicas boletas disponibles para escoger eran las de Maduro, el exgobernador del estado Lara Henri Falcón y la del pastor evangélico Javier Bertucci.
Hubo mesas de votación que fueron mudadas a último momento, lo que generó que miles de venezolanos tuvieran que sufragar en lugares diferentes donde ellos mismos escogieron hacerlo.
Entes como la OEA no obtuvieron acreditación para hacerlo para ser observadores internacionales. Tampoco el Observatorio Electoral Venezolano. Asimismo, no hubo organizaciones nacionales o internacionales que validara los comicios.
Así pues, llegó otra denuncia que eran las medidas de coacción y extorsión para sufragar. Se instalaron los llamados puntos rojos a muy escasos metros de los centros de votación, en donde a los electores les exigían el carnet de la patria para ser escaneado luego de ejercer su derecho al sufragio.
Redacción Maduradas con información de Infobae
También puede leer: