Nos hacemos creer que somos un país independiente y soberano pero la realidad es muy distinta. Esta semana la nación asiática aumentó su participación en las actividades estratégicas del país gracias a más de 38 acuerdos y convenios otorgados por Nicolás Maduro, con lo cual China toma el control de los sectores más importantes.
De acuerdo a los convenios firmados, en 2004 China cooperaba en siete áreas clave y a lo largo de 10 años la presencia ha crecido y ya llega a 15 sectores.
Esa participación de las empresas asiáticas actualmente se concentra en: petróleo, agro, vivienda, industria, finanzas, servicios, electricidad, minería, transporte, telecomunicaciones, seguridad y defensa, tecnología, transporte, ambiente e infraestructura.
El pasado lunes los presidentes Nicolás Maduro y Xi Jinping concretaron 38 convenios, de los cuales fueron detallados 16. En dichos acuerdos la relación se amplió y, por ejemplo, las empresas chinas, además de participar en los proyectos de la Faja del Orinoco, estarán en más programas petroleros, así lo reseña El Universal.
A ello se añaden los trabajos de certificación y exploración de reservas de oro y cobre, así como la conformación de empresas agrícolas y de producción de cemento, y la apertura de la oficina del Banco de Desarrollo de China.
Uno de los puntos de los acuerdos abarca la «adquisición de 10 mil vehículos de pasajeros con la empresa Chery». Y esa cifra supone que sólo la compañía china comercializará más carros que los ensamblados en el primer semestre por las siete plantas privadas instaladas en el país.
Datos de Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez) señalan que entre enero y junio de este año se armaron 6.161 carros, lo que representó 43,73% menos que el rendimiento de la industria en el mismo lapso de 2013 y anuncia que 2014 será uno de los peores años para el sector en décadas.
La importación de carros chinos recientemente fue criticada por la Federación de Trabajadores Automotrices, Autopartes y Conexos (Futaac), a propósito de la paralización que han sufrido varias ensambladoras este año.
Ante los convenios firmados, ayer el ministro de Relaciones Exteriores, Elías Jaua, aseguró que «estamos relacionados en términos de igualdad con las economías más crecientes del mundo» y destacó que dichos acuerdos generan beneficios como «un moderno sistema de transporte público, el programa de equipamiento masivo de electrodomésticos, el acceso y la democratización de las telecomunicaciones y la producción masiva de celulares con fábricas chino-venezolanas».
Más financiamientos
La relación con China no sólo se centra en la participación de las empresas asiáticas en diversos proyectos, también se extiende al área financiera y, en especial, al otorgamiento de nuevos financiamientos.
El lunes se concretaron créditos por 5,6 millardos de dólares que se orientarán al fondo binacional, a los proyectos petroleros y a la minería.
Con estos últimos préstamos, la deuda pactada por el Gobierno central y Pdvsa en el transcurso de siete años totaliza los 56 millardos de dólares.
De ese monto, una parte se ha saldado. Jaua aseguró que ya «el 90% del financiamiento de los 50 mil millones ha sido cancelado con la venta de petróleo». Aunque el vicepresidente para el Área Económica, Rafael Ramírez, apuntó que la deuda cancelada asciende a 24 millardos de dólares y restan por pagar 16 millardos.
De los 5,6 millardos de dólares en préstamos que se acordaron en la semana, 4 millardos de dólares se transferirán al Fondo Chino Venezolano, que desde 2007 ha manejado cerca de 30 millardos de dólares. Ese mecanismo, adicional a los préstamos, ha recibido contribuciones del Fonden.
Pese al tamaño de la deuda, Maduro expresó que el financiamiento con China «no le pone a nuestra patria una deuda pesada, es un financiamiento».