La popular «Caperucita Roja de Chacao», Gloria Marleny Vanegas, quien esta semana fue condecorada por el presidente Nicolás Maduro con la orden «Simón Bolívar» en su segunda clase, tiene razones de enchufe, perdón, de peso, para defender tanto a la «revolución».
Y es que para defender a una revolución que ha hambreado al país debe haber razones económicas de fondo y así lo develó el periodista Christian Colina de El Cooperante, quien informó que la hija de la famosa «Caperucita» es nada más y nada menos que la cónsul general de Venezuela en Vancouver, Canada.
Se trata de Merli Vanegas, quien ha estado «enchufada» al Gobierno desde hace más de una década. Primero, como directora general de Consultoría y Análisis Jurídico del Ministerio de Comunicación e Información en 2005; pasando por cónsul general de segunda en Vancouver en 2011, hasta jefa de la diplomacia en las provincias de la Columbia Británica, Alberta, Yukón y los Territorios del noroeste de Canadá desde 2015.
Así que cada vez que la «Caperucita Roja» diga que su motivación para defender la revolución es que los «sifrinos» de Chacao le tenían rabia al fallecido Hugo Chávez por su color de piel y su cabello «chincharrón», recuerde que hay otras causas mucho más relevantes de fondo.
Redacción Maduradas con información de El Cooperante.
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