Las recientes renuncias y destituciones en cargos de elección popular solo confirman una cosa: el Gobierno está realizando sus propias elecciones regionales, esas de las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) no se pronuncia.
Al nombramiento del exdiputado Edwin Rojas como autoridad de Sucre en sustitución de Luis Acuña, se le unen los rumores de posibles cambios que podrían aplicar en otros estados del país, sin que a la fecha se tenga información oficial, reseñó Caraota Digital.
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En 2015, la alcaldesa opositora Lumay Barreto fue destituida de su cargo en el municipio Páez del estado Apure y reemplazada por el oficialista Víctor Blanco. Lo mismo ocurriría el pasado mes de septiembre con el nombramiento de Brullerby Suárez como burgomaestre de Mario Briceño Iragorry en Aragua, tras el encarcelamiento del alcalde y dirigente de Voluntad Popular, Delson Guárate.
En ninguno de los casos anteriores el plazo de las autoridades en su cargo estaba vencido. Pero la situación fue distinta para el alcalde de Maturín, Warner Jiménez, quien para el momento de su destitución el pasado mes de enero ya había, en teoría, culminado su período. Algo que no impidió que se nombrar como suplente al oficialista Wilfredo Ordaz.
Escenarios similares se presentaron con los exgobernadores de Aragua y Barinas, Tareck El Aissami y Adán Chávez, quienes a inicios de este 2017 fueron removidos de sus oficios para ejercer funciones dentro del Alto Gobierno, siendo reemplazados por las oficialistas Caryl Bertho y Zenaida Gallardo, respectivamente.
Igual sucedió en 2016 con las ex autoridades de Anzoátegui y Portuguesa, Aristóbulo Istúriz y Wilmar Castro Soteldo, respectivamente.
“Están sacando a algunos gobernadores que tienen muy poca popularidad y que tienen una derrota segura marcada en la frente y los está poniendo en otros cargos que no son de elección directa, no tanto para salvaguardarlos a ellos sino para cuidar su imagen como grupo político”, consideró el politólogo Ángel Oropeza.
Oropeza agregó que “el oficialismo viola la Constitución y vuelve a una de las peores cosas de lo que ellos llaman la cuarta República que era que el Presidente elegía a dedo a los gobernadores”.
Con información de Caraota Digital.
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