Descarga las aplicaciones para Android o iOS (iPhone/iPad). Únete al canal de Telegram.

¡DEBES SABERLO! ¿Por qué se explotó el dólar paralelo? ¿Políticas ineficientes o DolarToday?

La cotización del dólar en el mercado “negro” pasó la barrera de los 400 bolívares, una tasa que es casi 64 veces mayor al del tipo de cambio oficial de 6,30 bolívares por dólar. Se acentúa la distorsión cambiaria y se acelera la pérdida de valor del bolívar. “Urge que el Gobierno le dé sentido a la economía venezolana”, afirma la economista de Síntesis Financiera, Tamara Herrara.

El dólar paralelo explotó. En apenas una semana la cotización del billete verde en ese mercado pasó de 300 bolívares a más de 400 bolívares (421 según cotización de este viernes), agudizando la distorsión cambiaria y deteriorando velozmente el valor del bolívar.

Cortesía de El Fortín Veraz. @javailustra

Cortesía de El Fortín Veraz. @javailustra

El estallido llegó apenas tres meses después de que el Gobierno nacional creara el Sistema Marginal de Divisas (Simadi) y parece anunciar que ese mecanismo tendrá un final similar al que tuvieron el Sitme, el Sicad 1 y el Sicad 2, esquemas diseñados para “pulverizar” y “torcerle el brazo” al paralelo.

“Lo del paralelo es sencillo y no tiene límites: seguir imprimiendo bolívares, generar pánico y no hacer nada por generar más dólares”, expresó ayer en Twitter el economista e investigador del Centro de Desarrollo de la escuela Kennedy de Gobierno de la Universidad de Harvard, Miguel Ángel Santos.

El tuit de Santos resume las causas que han disparado al dólar “negro”: una política monetaria expansiva, incertidumbre sobre el rumbo económico y una escasez de dólares.

Imprimiendo bolívares.

Diversos economistas coinciden en que la política monetaria del Gobierno es combustible para la inflación y el dólar paralelo. ¿Por qué? Para cubrir sus gastos el Gobierno acude a la “impresión de dinero”. Esta práctica se refleja especialmente en el financiamiento que el Banco Central de Venezuela (BCV) le hace a Pdvsa. Al no estar respaldado por la producción de bienes y servicios, ese dinero entra a la economía, empuja la demanda y genera una presión en los precios de esos bienes y también del dólar paralelo, ya que parte de ese dinero se termina usando para la compra de dólares como único salvavidas ante la veloz inflación.

El Gobierno sin dólares.

En el pasado el Gobierno pudo mantener anclado un tipo de cambio artificialmente barato (2,15 y 2,60) porque los ingresos en dólares producto de la venta de petróleo lo permitía. Los recursos alcanzaban para repartir y realizar importaciones baratas, pero esa realidad cambió.

Desde el último trimestre del año pasado el precio del petróleo comenzó a declinar. El Gobierno no ahorró divisas durante la bonanza en un fondo de estabilización para enfrentar ese shock externo y ahora los ingresos petroleros no alcanzan para los compromisos de deuda externa que tiene la República y para las importaciones. Datos de Ecoanalítica indican que en marzo de este año el promedio de liquidaciones de divisas diarias era de 40,4 millones de dólares, un 61% menos que en marzo de 2014 cuando el promedio diario era de 104,1 millones de dólares.

Las cifras del BCV indican que las reservas internacionales se ubicaron en 17.873 millones al cierre del 20 de mayo, el nivel más bajo en más de una década. El propio Ejecutivo nacional ha emitido señales sobre esa sequía de divisas: desde octubre del año pasado no realiza subastas del Sicad, recortó y restringió más la posibilidad para la compra de los dólares del cupo de viajeros y firmó con Ford un acuerdo para que la empresa pueda vender carros en dólares como mecanismo para obtener sus propias divisas, entre otras señales.

Sin embargo, por otra parte las autoridades insisten en sostener el tipo de cambio a 6,30, que es artificialmente bajo y provoca una demanda infinita por esos dólares en un momento en que los ingresos están cayendo. La venta de dólares a través del Simadi no llega al 3% del total de las liquidaciones.

Expectativas negativas.

Esa realidad económica, aunada a la inacción del Gobierno para corregir las distorsiones y el deterioro, encienden las alarmas. Las expectativas son muy negativas y la gente se refugia en la compra de dólares anticipándose así a nuevas devaluaciones del bolívar. “¿Por qué el $$ paralelo salta? Pista: no es por exceso de confianza en el Gobierno”, opinó ayer en Twitter Luis Oliveros, economista y profesor universitario.

“Sube el dólar negro porque cuando la gente no consigue lo que busca se pone nerviosa y está dispuesta a pagar lo que sea”, declaró Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, al diario Panorama.

El bolívar pulverizado.

La escalada del dólar paralelo amplifica el desconcierto cambiario y el deterioro del bolívar. El tipo de cambio del mercado paralelo es casi 64 veces mayor a la tasa del 6,30, lo que constituye la mayor distorsión en la historia de los controles de cambio en Venezuela, y duplica la cotización en el Simadi (de casi 200 bolívares por dólar).

La economista Tamara Herrera, de Síntesis Financiera, asegura que “urge que el Gobierno le dé sentido a la economía venezolana” porque de lo contrario “no logrará anclar las expectativas, ni al dólar, ni a la inflación”. Si eso no ocurre el bolívar seguirá deteriorándose velozmente y continuará un proceso de empobrecimiento.

La tasa del dólar paralelo se ha convertido en un marcador de precios de muchos productos en la economía. “El peso del paralelo viene creciendo, el dólar negro se está incorporando a las estructuras de costos de empresas”, afirma Asdrúbal Oliveros, director de Econalítica. Según cálculos de esa consultara en abril el “tipo de cambio promedio” para el consumidor venezolano era de 118 bolívares por dólar.

“Cuando @NicolasMaduro ganó la elección de abril de 2013, @Dolartoday estaba a 24. 25 meses después está en 402. 1575% de devaluación”, recordó en Twitter el economista Ricardo Hausmann.

No hay “soluciones mágicas”.

El ex presidente de la Academia de Ciencias Económicas, Pedro Palma, escribió recientemente que no hay “soluciones mágicas” para salir de la crisis económica. En materia cambiaria recomendó el “desmantelamiento gradual del control de cambios” y su sustitución por un “sistema de libre convertibilidad, dinámico y racional”.

“En el ínterin, por una parte, debe legalizarse el mercado paralelo y actuar en él decididamente con el fin de que el tipo de cambio libre tienda a niveles más realistas que los actuales y, por la otra, ajustar y dinamizar las tasas preferenciales; con estas acciones se buscaría una convergencia de los tipos de cambio hacia un nivel racional, al que se pueda unificar la tasa cuando se implemente el nuevo sistema de libre convertibilidad”, explicó Palma en un artículo publicado en El Nacional.

Por @robertodeniz RunRun.es.

Top