César David Pereira Villegas, de 20 años de edad, murió tras ser herido de gravedad cuando manifestaba en contra del régimen en el sector El Peñón del Faro de Lechería, estado Anzoátegui.

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Para sorpresa de su mamá, él era parte de la denominada “resistencia”. Se dedicaba al activismo político desde los 14 años y era miembro del partido Voluntad Popular (VP) porque quería ser alcalde de Lechería.
Su madre, Zulimar Villegas cuenta que cuando lo vio en el hospital, tuvo una mala corazonada.
“Ese día salí a hacer unas diligencias, iba por Boca de Uchire cuando me llamaron a las 2:00 pm y me dijeron que a mi hijo le habían disparado. Fui lo más rápido que pude y llegué a las 9:00 pm. En ese momento recién había terminado la intervención. El doctor me dijo que estaba grave, pero que había sobrevivido hasta el momento. Le pregunté si lo podía ver. Cuando entro a verlo ya lo sabía, el instinto de mamá me lo dijo: César se me iba morir. Lo vi tan deteriorado, estaba entubado y había sangre por todos lados”, narró el familiar.
La víctima cursaba el tercer semestre de Derecho en la Universidad Santa María. En paralelo, estudiaba segundo semestre de Publicidad y Mercadeo en el Iutirla.
Villegas lo recuerda como un muchacho “rumbero y amistoso”.
“No sé cómo hacía con todo. Hasta deportista era, jugada béisbol, fútbol y tenis”, contó su mamá.
Estos últimos meses Zulimar Villegas se ha abocado a conseguir justicia para su hijo. Hablar con los fiscales, miembros de la resistencia y periodistas, todo ello para reconstruir con pruebas cada instante de las últimas horas de César.
Incluso, ha tenido que soportar los intentos de allanamientos por parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
En este sentido, denuncia que es amedrentada y extorsionada por grupos delictivos.
“Me llama un tal Raúl Quintana, de unas personas que se hacen llamar grupo paramilitar de derecha “Águilas Negras”, que nos amenazan de muerte a mí y a mis hijos. Lo hacen porque mi hijo luchó contra este gobierno y yo sigo en la lucha. El tipo me llama y hasta me pide dinero. Saben dónde estudian mis hijos y tienen fotos de nosotros”, concluyó.
La dama, admite que aún no ha superado la muerte y el sufrimiento y la nostalgia vienen a su rostro cuando recuerda a César, pero asegura que no desmayará hasta que se haga justicia por el crimen de un joven que tenía la firme convicción de que Venezuela cambiaría y recuperaría la libertad.
Redacción Maduradas con información de El Nacional
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