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¡DIOS NOS AMPARE! Dólar negro seguirá subiendo «hasta que no ataquen problemas de fondo»

Desde la semana pasada el precio del dólar en el mercado paralelo superó la barrera de los 400 bolívares, lo que representó un alza del 66% en nueve días, por esta razón el portal Sumarium entrevistó al economista y socio director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros para conocer cómo impacta el alza del paralelo y el efecto en los precios.

S: ¿Qué incidencia tiene el dólar del mercado paralelo en la economía nacional?
AO: El dólar paralelo tiene una incidencia en la formación de expectativas, y en la situación de sequía cambiaria que hoy tiene Venezuela, cada vez es mayor el número de sectores dentro de la economía que vienen ajustando o tomando como referencia esta tasa para la formación de precios y ese es un elemento de preocupación.

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S: ¿Qué es lo que hace que el precio escale?
AO: Hay razones coyunturales y estructurales. La razón estructural tiene que ver con la situación de la economía venezolana y los múltiples desequilibrios que enfrenta. Hay un desequilibrio fiscal, un gobierno que tiene un déficit de más de 18 puntos/PIB, un Banco Central que viene financiando con la impresión de bolívares ese déficit, que ejercen presión en el mercado cambiario.

A eso se le suman otros factores coyunturales. Primero, la liquidación de divisas por parte del Estado venezolano ha descendido en forma importante, estamos hablando de una contracción de más de 60% en la liquidación de dólares al sector privado en base interanual, es decir cuando comparas 2014 con 2015, lo hace que de una y otra forma estos sectores, probablemente, tengan recurrir a ese mercado paralelo para operar y hacer frente a sus necesidades más urgentes, lo que presiona la demanda.

En segundo lugar, la referencia que se usa en Venezuela para el mercado paralelo es el dólar fronterizo afectado por la dinámica propia de la frontera, es decir por el fenómeno del contrabando, el esquema de subsidio de la gasolina, las necesidades de bolívares y los elementos propios de la economía colombiana. Ese también es un factor que afecta la cotización de este dólar, porque se está utilizando como referencia para todo el país y para el mercado paralelo.

El tercer elemento son las expectativas que se han creado porque hay un gobierno que no actúa para resolver el problema económico, lo que lleva a la gente a buscar refugiarse en el dólar como mecanismo de cobertura a pesar de su precio porque tampoco hay activos para hacerlo, o porque estos activos están en un precio muy elevado, es el caso de las viviendas, los vehículos, por mencionar algunos activos típicos en los que el venezolano se refugia ante un proceso de alta inflación como el que está viviendo la economía venezolana. Todos esos elementos en conjunto explican un poco la escalada que se ve en el dólar paralelo.

S: ¿Un dólar fronterizo puede dirigir la economía nacional? ¿Por qué?
AO: Sí, porque el gobierno en el año 2010 eliminó la estructura formal que existía en el mercado paralelo con las casas de bolsa, que operaban en este mercado y que tenían un mecanismo más transparente en la fijación de los precios, basado principalmente en la permuta de bonos. Al desaparecer este mercado, no hay otra referencia y queda solamente esta. Además, en un contexto donde el mercado ha sido satanizado, invisibilizado, esa es la única referencia, no es la mejor, tiene distorsiones, pero es la única que existe.

S: ¿Tiene un techo o límite el dólar paralelo?
AO: En Ecoanalítica no hemos hecho un estimado de a cuánto puede llegar el dólar paralelo, porque es un mercado muy difícil de proyectar por la confluencia de los factores que ya mencioné y principalmente por el peso de las expectativas, pero lo que sí es claro, y lo podemos afirmar con total propiedad, es que en la medida que no se ataquen estos problemas de fondo que tiene la economía venezolana, el dólar paralelo va a seguir subiendo, porque ese es el mecanismo o la válvula de escape que hoy por hoy tiene la economía, y es el único aliviadero que tienen los múltiples desequilibrios.

S: ¿Puede lograrse un precio de equilibrio?
AO: Hablar de equilibrio o de que baje el precio del dólar paralelo amerita que el gobierno estructure un plan con diferentes aristas, un cambio institucional, un plan de ajuste económico, de reconstrucción, y ahí el tema cambiario juega un rol fundamental. Depende de las medidas que se implementen y de la velocidad con la que se pongan en práctica tendremos un tipo de cambio distinto al de hoy.

Es muy difícil precisar hoy cuál es el valor del dólar en una economía donde el mecanismo del mercado ha sido destruido, donde no hay referencia y donde el valor del dólar es lo que cada persona termine pagando por él.

S: ¿Qué medidas en específico debe implementar el gobierno en política cambiaria?
AO: El desmontaje del control cambiario es lo que debería hacer el gobierno y debe realizarse de forma gradual, nosotros opinamos que por lo menos entre seis meses y un año, pero efectivamente tiene que darse ese horizonte de quitar el control de cambio, porque ya los supuestos beneficios que este traía ya no están presentes. En las primeras de cambio, o la primera medida que debe tomarse para ese desmontaje, es unificar los tipos de cambio oficiales en una tasa y legalizar plenamente un mercado paralelo, ese es el punto de partida para ir sincerando el tema cambiario.

Pero esa no puede ser una medida aislada, tiene que enmarcarse en un plan integral de reconstrucción, de estímulo y de ajuste, donde no solamente estén incluidas medidas económicas, sino también medidas de impacto social e industrial y cambios institucionales.

S: ¿Qué ha pasado con los sistemas creados por el gobierno para “pulverizar” el paralelo? Hablemos del Sicad 2 y del Simadi…
AO: Han fracasado y su fracaso tiene que ver con el irrespeto a las reglas de oferta y demanda. También hay elementos operativos, técnicos, pero principalmente es el tema de oferta y demanda. Hoy por hoy, cualquier sistema alternativo que el gobierno se invente, en primer lugar debe ser un mecanismo de legalización plena del mercado paralelo, que sea sencillo, que no sea engorroso y donde el Estado y otros actores puedan ofertar, pero el precio que resulte de esas operaciones tiene que ser lo más cercano a la interacción de la oferta y la demanda. Lamentablemente, ni el Sitme, ni el Sicad ni el Simadi han logrado ese objetivo.

S: El Simadi fue el último sistema implementado por el gobierno de Nicolás Maduro en febrero de este año y prometía ser un mercado abierto y libre, ¿qué balance puede hacerse a tres meses de operatividad?
AO: El Simadi tiene tres grandes problemas. El principal problema es de oferta, el Estado no está colocando dólares y en un país donde el 97% de las divisas las aporta el Estado es indispensable que este venda en cualquier mecanismo cambiario. Los montos que se transan en el Simadi son ínfimos, estamos hablando de menos de 2 millones de dólares, esto contrasta con los casi 35 millones de dólares que promedió el Sicad 2 el año pasado. Ahí no se consiguen dólares.

Un segundo problema es el operativo, es un sistema extremadamente engorroso no solo para el que va a comprar dólares, sino también para el que va a vender. Si a alguien se le ocurre vender, el sistema no es del todo fácil y expedito para que eso se dé. Y el tercer elemento es la intervención del Banco Central, ese precio que resulta todos los días es artificial y no corresponde a los niveles de oferta y demanda, eso hace que no sea una referencia valida y que a nadie le importe cuál es la tasa Simadi. En otras palabras su credibilidad es cero.

S: ¿Hay señales de que el gobierno pueda tomar las medidas necesarias en política cambiaria?
AO: Ojalá, pero hasta ahora no lo ha hecho. El Simadi es una oportunidad o puede ser un mecanismo de arranque para empezar a estabilizar el tema, pero hasta ahora no se ha hecho ningún ajuste efectivo.

S: ¿Cómo puede el Simadi ser más efectivo?
AO: Corrigiendo los problemas que hoy tiene, que el Estado oferte, que sean eliminadas las trabas operativas, que sea mucho más fácil acceder a él y que el Banco Central no altere ni manipule los precios. Necesitas corregir esos tres elementos para que ese sistema empiece a ganar espacio y la gente lo pueda considerar.

S: En momentos cuando el dólar paralelo se maneja entre los 300 y 400 bolívares, ¿es recomendable comprarlo?
AO: Depende. Si usted está comprando dólares para hacer cobertura, los 400 bolívares son un sinsentido y debería explorar otros mecanismos para cubrirse, buscar otros activos en el mercado por más difícil que sea. Pero si usted depende de la divisa para sostener su actividad, el tema es que no puede dejar de comprar y eso le genera problemas adicionales, cómo hace usted para fijar el costo de reposición de inventario o para cumplir con el entramado legal que tiene la economía venezolana. Prácticamente está entrampado el que hoy está comprando en este mercado porque no es sólo un problema de alto precio, sino que hay un riesgo desde el punto legal y normativo.

S: Algunos sectores coinciden en que la dolarización es el camino, ¿está usted de acuerdo? ¿Es viable?
AO: El tema de la dolarización es una medida extrema y dada la naturaleza de nuestra economía no es lo más idóneo. Venezuela tiene que ir a un plan integral de reconstrucción, de ajuste y de rediseño institucional, que permita no solo rescatar los equilibrios macroeconómicos sino también generar cambios en la estructura institucional alrededor del papel del Estado y de la renta. Pensar o ver la dolarización como la salida a este tema es someternos a una camisa de fuerza que puede traernos mayores desventajas. Pienso que al final se puede lograr reducir la inflación sin necesidad de una medida tan extrema como esa.

S: ¿Cómo reducir la inflación de manera efectiva?
AO: La inflación es un problema complejo en Venezuela, tiene múltiples causas. Tres elementos claves para empezar a reducirla son: en primer lugar, el desmontaje del control de precios y de la forma más rápida posible porque es hoy por hoy la mayor distorsión que está pesando, en segundo lugar necesitas restablecer el equilibrio fiscal, eliminar el financiamiento desde el Banco Central de Venezuela al Estado; y como tercer elemento, el gobierno debe redefinir la relación con el sector privado, no puedes verlo como una amenaza, tienes que convertirlo en un aliado y buscar mecanismos que te lleven al incremento de la producción local.

S: ¿Cuáles son las expectativas en el comportamiento de la economía para lo que resta de año?
AO: El 2015 es un año muy duro, el peor en cuanto desempeño económico desde la época del paro, en Ecoanalítica estamos estimando una caída de 7 por ciento en la actividad económica y una inflación que puede escalar hasta 150 por ciento. La recesión será generalizada, sólo dos sectores mantendrán sus tasas de crecimiento, como lo son banca y seguros, y comunicaciones, el resto de los sectores experimentará una caída brutal.

S: ¿Qué recomiendas a los venezolanos para protegerse y sobrevivir en medio de la crisis?
AO: Ser conservadores, cuidar el empleo y los gastos, esto último es muy importante por la aceleración de la inflación, van a venir cambios importantes en los hábitos de consumo por el encarecimiento de los bienes y servicios. Es importante que cada familia establezca parámetros y una planificación financiera en términos de mantener los gastos indispensables en medio de esta coyuntura tan compleja y que no va a desaparecer en el corto plazo.

Información de: El Venezolano.

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