El bochorno que vivió Nicolás Maduro en San Félix le dio la vuelta al mundo. Al presidente de Venezuela le cayeron a «huevazos» entre gritos e insultos cuando intentaba salir de un evento. El desprecio y repudio se hizo evidente, y lo mejor, fue transmitido en cadena nacional, aunque luego fue interrumpida rápidamente.
Pero para el primer mandatario, que insiste en negar la realidad del país y el desprecio que la gente le tiene, lo sucedido en Bolívar no fue más que un intento de emboscada que terminó con una «gigantesca» muestra de amor.
«Fuimos a Puerto Ordaz a un extraordinario evento, luego se volvieron locos, diciendo locuras, habían preparado una emboscada y el pueblo se encargó de deshacerla. Quiero agradecer al pueblo de San Félix las expresiones gigantescas de fervor, de pasión, de amor, y de apoyo”, dijo Nicolás.
Cabe acotar que en una entrevista reciente, Aristóbulo Istúriz, quien hasta hace poco fuera vicepresidente de la República, confesó que la gente en el lugar lanzó tomates, mangos, y pelotas de béisbol, -eso además de los huevos-.
Si esto es una muestra de «amor y pasión» como lo indica Maduro, nos preguntamos ¿Cómo será una muestra de rechazo contundente?
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Redacción Maduradas.