¿Sorprende a alguien? Tras un mes de haberse anunciado el nuevo Sistema Marginal de Divisas (Simadi) por el Gobierno, donde aseguraron que sería un sistema «libre» de adquisición de dólares y que permitiría de esta forma «desaparecer» el denominado mercado paralelo o dólar negro, parece que todas las promesas se esfumaron y por el contrario, la devaluación del bolívar se ha incrementado de manera desmedida.
Los ministros del área económica, pintaron Simadi como un sistema «libre» y que funcionaría «a través de las bolsas (de valores) públicas, de las bolsas privadas, donde concurran el sector privado y el sector público», la cuestión radica en que es muy bonito en la teoría pero en la práctica ha dejado mucho qué desear.
Sin embargo a la luz de la cotización del mercado negro (donde un dolar cuesta 40 veces mas que el subsidiado para importaciones prioritarias, de alimentos básicos y medicinas), el Simadi no ha cumplido las expectativas de divisas de rubros que el gobierno considera «no prioritarios» (insumos industriales), mientras la entrega de divisas para las prioritarias se redujo de forma considerable.
A mediados de esta semana el dólar para importar alimentos y medicinas seguía clavado en 6,30 bolívares –como desde hace dos años pese a una inflación de 70% anual– mientras el Sicad (para importaciones no prioritarias) costaba 12 bolívares y el Simadi 190. Frente a ellos el paralelo seguía su escapada y rozaba 270 bolívares por dólar.
Venezuela, bajo estricto control cambiario desde 2003, obtiene de las exportaciones petroleras (monopolio estatal) el 96% de sus divisas. El derrumbe del barril a menos de la mitad en seis meses precipitó una crisis larvada en un país que importa más de la mitad de la comida y medicinas, además de la mayoría de insumos y bienes industriales.
«La modificación del sistema cambiario no ha funcionado como se esperaba. No ha habido asignaciones de dólares en el Sicad (a Bs 12 por dólar), la asignación de divisas en Cencoex a Bs 6,30 por dólar ha estado muy escasa; y luego el Simadi no ha funcionado, con una demanda sustancialemnte mayor que la oferta» resume a la AFP el economista y director de la consultora Ecoanalítica, Pedro Palma.
Con información de Swissinfo.