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Estudiantes en NY: «Nuestro miedo no es que nos metan un tiro, sino quedarnos sin esperanza»

Nueva York.- «No estamos de vacaciones. Es duro estar aquí, nuestra vida ha cambiado mucho desde el 12F, pero se trata de nuestro país y por nuestro país, todo», afirmó el dirigente estudiantil (UCAB) Carlos Vargas la tarde del domingo en una asamblea coloquial celebrada con la comunidad venezolana, junto a Andrés García-Pretel, Juan Requesens y Alfredo Graffe, en la Iglesia de La Guadalupe de Manhattan, que alberga además un altar de La Coromoto.

Allí Requesens (UCVv¿) confirmó que mañana lunes habrá una Consejo Universitario extraordinario donde se acordará el reinicio de clases «con flexilidad académica» lo cual, lejos de afectar, «beneficia al movimiento estudiantil. Tendremos las aulas llenas, podrán reincorporarse a la lucha los estudiantes del interior que se habían ido a su casa».

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Los jóvenes llegaron de Caracas para participar en la edición 2014 de las jornadas «Plan País» en la Universidad de Columbia, donde el lunes cerrarán la agenda con la conferencia bilingüe «¿Qué está pasando en Venezuela?», pregunta que ellos han estado tratando de responder desde su arribo el jueves. Yeiker Guerra estaba originalmente anunciado pero confirmó que por retraso en la tramitación de su visa no pudo viajar.

Además de ratificar el discurso que justifica su lucha y llamar a la reconciliación sin impunidad, los líderes universitarios se enfocaron en las variables que afectan directamente a los venezolanos que han emigrado. «Sabemos que ustedes han movido cielo y tierra para que se sepa en todo el mundo lo que está pasando en Venezuela, la represión que estamos viviendo. Yo les garantizo que seguiremos luchando. Yo sé que más temprano que tarde, muy pronto, podremos compartir todos en Venezuela diciendo que lo logramos, que conquistamos una Venezuela para todos», había adelantado Requesens.

Al sentarse «en la mesa de trabajo», insistió en que «estar en otro país no es fácil. Ustedes son mis héroes, me voy a Venezuela muy motivado». Seguidamente pidió «un minuto de aplausos de pie, no de silencio, para los caídos» desde el 12F. «Nuestro miedo no es que nos metan un tiro, sino quedarnos sin esperanza. Todos tenemos derecho a soñar y a hacer realidad nuestros sueños». A los presentes les insistió en que «queremos que regresen y que con todo lo que están aprendiendo nos enseñen cómo hacer de Venezuela un país del primer mundo».

El estudiante ucevista destacó que nunca antes había visitado EEUU y se reconoció militante de Acción Democrática, pero «sin cometer el error de transformar el movimiento estudiantil en un partido político. El movimiento estudiantil no puede ser líder de la oposición. Nuestra labor es presionar a la MUD», en cuyo seno, dijo, las diferencias son sanas «y se conversan».

En general los cuatro voceros destacaron que, por su corta edad, han vivido casi todas sus vidas bajo el régimen chavista, rodeados de «inseguridad, corrupción e ineficiencia», con el temor de pasar «de estudiantes a desempleados», puntualizó García-Pretel, recién graduado en Ciencias Políticas (UCV).

Vargas relató haber sentido «un profundo dolor en el alma cuando escuché a la Defensora del Pueblo justificar la tortura a los estudiantes. En Venezuela ninguna institución funciona, no tenemos futuro. Por eso no podemos renunciar a nuestros principios fundamentales ni a la dignidad humana. Hay que abrir los ojos y alzar la voz. Los estudiantes no somos oposición, somos proposición. Somos los interlocutores válidos porque no estamos viciados. Nuestro único pasado es la infancia».

Graffe (USB) destacó ser el único nieto mayor de edad de su familia que no ha emigrado. Por eso afirmó que sin distinción, «los jóvenes en Venezuela y en el exterior somos unos privilegiados porque tenemos la oportunidad de hacer Historia: decidir cómo será Venezuela. El país estaba dormido y nos estábamos acostumbrando a ello».

Comentando sus experiencias de lucha en zonas populares del país, Graffe aseguró tener excelentes relaciones «con mis compañeros chavistas en la USB. Ellos no quieren violencia, las diferencias son normales, pero en el odio no hay nada que ganar. El amor nace en el momento en que te duele el país».

«El derecho a tener un futuro próspero no se negocia. Queremos un país de primera. Y las deudas hay que cobrarlas a los jerarcas a través de la justicia y la ley. No se lo cobremos al pueblo chavista, ellos han sido víctimas de la política del gobierno de jugar con el hambre. Ganaremos por dos razones: nuestra acción es pacífica, nosotros no sabemos disparar; y estamos del lado de la verdad», agregó Graffe. «Nos vamos a equivocar mil veces, dennos el chance de equivocarnos, estamos actuando con el corazón, la credibilidad actual de 82% del movimiento estudiantil nace de su frescura. No tenemos vicios. A mí sólo me manda mi mamá», comentó de manera jocosa.

«Crecí oyendo que EEUU era el enemigo y ahora que estoy aquí puedo confirmar que el enemigo de los jóvenes se llama Nicolás Maduro», acotó Requesens, prometiendo que «de las calles no nos van a sacar. Vamos a doblegar a este gobierno, así tome dos años o dos semanas. Estamos ejerciendo el derecho legítimo a la protesta por el país que queremos y estamos visualizando».

La jornada dominical incluyó además una visita a la estatua de Simón Bolívar en Central Park y una misa con el padre venezolano Alexis Bastidas en la iglesia del Sagrado Sacramento.

«Los sueños que tenemos nosotros son los mismos que tienen ustedes», resumió Vargas ante la diáspora venezolana.

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