Hace algunos días vimos como Nicolás Maduro regañó públicamente a un joven estudiante llamado Carlitos solo por responder con honestidad a la pregunta que él le hacía en la tarima. Un ataque de histeria similar se observó este sábado, cuando el primer mandatario regañó a los beneficiarios de la Gran Misión Vivienda Venezuela, esta vez por cómodos y poco proactivos.
Maduro reclamó a los beneficiarios de dichas viviendas por la falta de mantenimiento que ha observado en las residencias. ¿Acaso todo lo tiene que hacer el Estado?, bueno, ciertamente a eso les han acostumbrado.
Créditos: Prensa Presidencial.
“Yo lo he visto y me he parado, llamo a los vecinos y les pregunto cuándo le entregaron los apartamentos, les pregunto por qué hay escombros cerca (…) es que la comunidad no puede organizarse, limpiarlos y poner un parque o un lugar para los niños”, dijo Maduro en tono de regaño.
Según el presidente, los habitantes de dichos urbanismos deberían limipiar dichas áreas ociosas y convertirlas en zonas de entretenimiento para los jóvenes y niños para de esta manera reducir la tasa de criminalidad.
“Apenas tenemos cumplida parte de la misión que prometimos, cuándo esto había sucedido, pero lo material debe marcar las condiciones para ir a lo humano. De nada vale que todos vivan allí y nadie se conozca ni se hable y llegue un grupo de delincuentes y se imponga, como descubrimos con la OLP», concluyó desde el Poliedro de Caracas.