El nuevo gobierno neoespartano denunció que recibió en condiciones paupérrimas sedes culturales como la Casa de la Cultura Ramón Vásquez Brito, uno de los principales puntos de encuentros de las artes porlamarenses.
Foto: Trina Ballesteros-Caraota Digital
Al auditorio que servía de importante escenario para eventos culturales, musicales y de teatro le fueron robados los sistemas de iluminación y sonido. Las butacas están deterioradas, no tiene luces y el depósito es un cementerio de basura, de acuerdo con un reportaje de la periodista Trina Ballesteros de Caraota Digital.
Obras artísticas pertenecientes al Museo Santiago Mariño yacen abandonadas y el director del recinto cultural porlamarense no ha podido instalarse, ya que actualmente su despacho está tomado por la Policía Nacional Bolivariana, al igual que otra de las oficinas y el salón de ensayo de ballet y danza que funge como dormitorio para los efectivos.
Esta situación refleja la desidia existente en las 23 sedes culturales dependientes del Ejecutivo Regional. Trascendió que en la Casa de la Cultura Manuel Plácido Maneiro, en Pampatar, el director saliente le dio espacio a una persona en situación de calle para que pernoctara allí porque no tenía donde dormir.
Por su parte, el auditorio de la Casa de la Cultura Francisco Mata de Las Piedras, en Juangriego, fue asignado a un Simoncito.
Redacción Maduradas con información de Caraota Digital
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