Dos motorizados ingresaron armados al complejo turístico La Guadalupana el martes a las 4.00 de la tarde. Se acercaron hasta la entrada del abasto Mi Catira y le dispararon en la cara a José Ángel Benítez, de 42 años, dueño del local y la granja, por resistirse al robo.
Luz Rueda, esposa de José, explicó que los pistoleros le exigieron a su marido el dinero, este se negó y por venganza le dispararon en la cara. Los motorizados huyeron. Ella desconoce si se llevaron algo, publicó confirmado.com
Una de las hijas de Benítez escuchó la detonación y corrió al local. Allí encontró a su padre bañado en sangre e inconsciente en el piso. Gritó y gritó hasta que los vecinos corrieron a auxiliarla. Montaron al herido en un carro y lo trasladaron hasta la emergencia del Hospital Materno Infantil de Cuatricentenario, donde murió a los pocos minutos de su ingreso.
Los detectives de la Policía científica investigan el paradero de los homicidas. El móvil que manejan del crimen es la resistencia al robo, sin descartar otras hipótesis.
Rueda describió a su esposo como un hombre honesto, amoroso y trabajador. Le gustaba jugar softball. “Eso era lo que hacía en su tiempo libre”.
La familia comentó que los actos fúnebres del granjero y bodeguero serán en su hogar y le darán cristiana sepultura hoy en la mañana en el cementerio San Sebastián.
1 disparo en la cara acabó con Benítez al resistirse al robo.
José Ángel Benítez (42). Vivía en una granja de La Guadalupana. Era el tercero de siete hermanos. Dejó cuatro hijas en la orfandad. Por 10 años atendió su abasto.