Han pasado ya cinco años desde que el expresidente Hugo Chávez Frías, ordenara la expropiación del centro comercial “Sambil La Candelaria”, cuya construcción se encontraba en la fase final antes de la inauguración. La mayoría de los comerciantes tenían casi todo listo para abrir sus tiendas; sin embargo, el exmandatario fue intransigente cuando vociferó una de sus expresiones más características e inmortales: “¡Exprópiese!”.
Todo esto, con la excusa de que el lugar se reacondicionaría para crear alguna otra obra que beneficiara al “pueblo”, sin importarles aquellos que con esfuerzo y sacrificio compraron sus locales para iniciar su negocio.
Hoy se ha convertido en esto:
Hoy en día, la infraestructura sólo sirve de refugio y albergue a unas 180 familias damnificadas que, ante la desesperación de no tener a donde ir, decidieron alojarse en esta obra, debido a su abandono. A pesar de ello, habitan el lugar en situación precaria, mientras que el Ejecutivo hace caso omiso a sus solicitudes de viviendas dignas y justas.
¿Dónde quedó la promesa del Gobierno de convertir el espacio en una institución educativa, un hospital, un museo o algo por el estilo? La respuesta a esta interrogante sigue causando mucha indignación en miles de ciudadanos.
Vía El Venezolano News.