La periodista Giovana Pellicani, del portal El Pitazo, narró el impactante caso de una recién nacida quien, después de haber sido declarada como muerta, comenzó a llorar en la Morgue del Hospital Luis Razetti de Barcelona.
Foto: Referencial (La tiendecitadelmedio.com)
La bebé llegó al mundo a través de un parto natural al hospital de Puerto Píritu. Pesó 495 gramos y midió 22 centímetros, según les indicó la pediatra.
“Una vez que nace mi hija me indicaron que debía ser trasladada al Hospital Luis Razetti de Barcelona porque era allí donde contaban con las incubadoras y personal especializado para garantizar que la bebé se mantuviera estable hasta que llegara a la última semana de gestación ”, contó el padre de la menor.
Cuando fue recibida en el área de Neonatología del Razetti, la doctora de turno se preguntó cómo no había muerto en el camino.Tras ser colocada en una incubadora especial para proveer la temperatura y oxigeno que la bebé necesitaba, notificaron a sus padres que mantuvieran una visita constante.
Cinco horas después, los médicos le informaron al señor Juan González que la bebé había fallecido. El cuerpo de la pequeña fue envuelto con el papel que cubren las incubadoras y enviada con un camillero a la morgue del Hospital Luis Razetti y fue allí donde ocurrió el impactante suceso.
Seis horas más tarde, escucharon el llanto y observaron los movimientos. «¡La bebé está viva!» le escuchó el padre decir al funcionario de Polipeñalver, mientras realizaba los trámites para que le entregaran el cuerpo de su pequeña, lo que lo hizo correr hacia el interior del anfiteatro forense y observar cuando le retiraban el único material que la cubría.
“Fue desesperante. La niña lloraba y se movía. Estuvo declarada muerta, desnuda y envuelta en un rústico papel durante seis horas. Desconozco la hora exacta que la bajaron a la morgue, pero allí el frío era insoportable. Sabrá Dios si llevó hasta golpes en el traslado”, aseguró el padre de la niña.
El padre había guardado una copia del acta de defunción de la bebé, donde dejaron asentado que la recién nacida había fallecido por prematuridad y bajo peso, al considerar que no fue un embarazo controlado. El acta original no la volvieron a ver.
Actualmente, la pequeña es atendida en el área de Neonatología del hospital Luis Razetti de Barcelona, el mismo lugar donde fue declarada muerta, pero esta vez bajo la supervisión de sus familiares, quienes se turnan para permanecer al lado de la niña.
La última situación irregular y de gran magnitud que se registró en el área de Neonatología del hospital Luis Razetti de Barcelona ocurrió el pasado 14 de abril, cuando durante un apagón y posterior falla en la planta eléctrica, fallecieron seis recién nacidos.
Redacción Maduradas con información de El Pitazo.
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