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¡PA’ ATRÁS COMO EL CANGREJO! Regular redes sociales llevaría a Venezuela a un gran retroceso

En Venezuela lo único que permite decir que Venezuela vive en el siglo XXI es precisamente la utilización de la autopista de información, señala un artículo del diario El Carabobeño, la cual se concentra en todas las señales informativas del ciberespacio.

Pretender regular estos espacios como lo plantea el Gobierno nacional, indudablemente colocaría a Venezuela en un retroceso, en cuanto a tecnología, como lo está viviendo en Corea del Norte, porque hasta en Cuba se está abriendo el uso de redes sociales, comenta el sociólogo Manuel Barreto.

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Cada vez más se hace un mayor empleo del sistema ciberinfinito para llegar a las masas, para expresarse, la hora libertaria que se ha montado va mucho más allá. “Hay que reconocerlo, estamos transitando el principio de un fin de un sistema que llegó hasta donde tenía que llegar” afirma el experto.

Barreto recordó que en el país, se gastaron más de dos mil 500 millones de dólares en sistemas satelitales, y ahora “nos quieren poner en el oscurantismo”.

Su punto de vista es compartido con el abogado Fernando Facchín, quien sostiene que ninguna ley puede ir por encima de lo que dicte la Constitución, por tanto, cualquier dispositivo legal, llámese regulación, norma o regla, que se procure imponer para simular la libertad de expresión es inconstitucional. “Lo malo de esto es que en Venezuela no existe Estado de Derecho. En este país el derecho está en crisis”.

El investigador opina que lo dicho por la fiscal general Luisa Ortega Díaz, sobre buscar regular las redes sociales, sin que esto signifique otro atentado a la libertad de expresión, forma parte de una estrategia creada por el Gobierno, que utiliza noticias falsas para luego proponer la necesidad de controlar las redes. “Imagino que intentarán cerrar las páginas Facebook y Twitter, para lo cual no tienen facultad”.

El analista sostiene que eso de los secuestros de niños, como lo plantean no existe, y que es un “trapo rojo” que ha creado el Gobierno para justificar y coartar la libertad de expresión.

“Yo particularmente creo que el 99,9% de lo que dice el Gobierno es falso. Clásico de los mandatos totalitarios, inventar mentiras para mantener al pueblo en una condición de terror y de esa forma conservarlo sumiso a los vaivenes de los que ellos quieren que sea.

Si el Gobierno pretende controlar que decir en Twitter, esto se llama coartar la libertad de expresión. Se trataría de regular a una persona, pero no al colectivo”, concretó Facchín.

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