Desde que se fracturó el diálogo entre el Gobierno nacional y la oposición, la represión aumentó. Un ejemplo de esto es la muerte del estudiante de Contaduría Pública de la Universidad Rafael Belloso Chacín, Josué Enmanuel Farías Sánchez. Farías había salido a buscar a una compañera para irse a su casa, cuando fue alcanzado en el abdomen por un proyectil. Esto sucedió el 29 de mayo, cerca del recinto universitario cuando se produjo un fuerte enfrentamiento entre estudiantes, funcionarios de seguridad y colectivos. Estuvo en una clínica y fue operado varias veces hasta que falleció de un paro respiratorio el pasado sábado 21 de junio en Maracaibo.
Para el coordinador del Foro Penal Venezolano en Carabobo, Luis Armando Betancourt, la represión que se ejerce por parte de los órganos del Estado desde que iniciaron las manifestaciones el 12 de febrero, intenta satanizar las protestas para desvincular este hecho pacífico y constitucional que les corresponde a todas las personas.
La carta magna establece que todos los individuos que estén inconformes ante un hecho pueden protestar siempre que estén apegados a las normas. El vocero de la organización explicó que ninguna voz se puede callar, de lo contrario estima que tienen que salir más personas en su defensa.
La muerte de este estudiante evidencia que las agresiones se presentan en distintos estados del país. En Carabobo 282 tienen medidas cautelares por hechos de protesta; mientras que 15 han denunciado violación de sus derechos humanos. Acciones que fueron respaldadas con material fotográfico, reseñó el portal de El Carabobeño.