En su debut como secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús “Chúo” Torrealba ofreció una exclusiva entrevista en la que fijó posición sobre temas neurálgicos para la oposición como el caso de Leopoldo López, el camino a las elecciones parlamentarias y su papel como coordinador y mediador imparcial dentro de la alianza.
Fue propicio el momento para aclarar que entre sus aspiraciones no está optar a cargos de elección popular. Insistió además en la necesidad de tomar la calle y defendió el tono directo y a veces radical de su discurso, calificando sin tapujos de “dictadura” el régimen que gobierna el país, debido a que -según su opinión- Venezuela exige un mensaje sincero y sin adornos.
– A diferencia de su antecesor, Ramón Guillermo Aveledo, usted exhibe un discurso más frontal, ¿cree que es el momento de llamar las cosas por su nombre?
– Yo creo que el país está hambriento de claridad, yo creo que el país está hambriento de sinceridad. Yo creo que es necesario, sin falsos tremendismos y sin poses radicales, hablar con la verdad. La situación del país es tan radicalmente grave que no hace falta adornarla ni con poses ni con alaridos para llamar la atención.
– ¿Tiene aspiraciones políticas “Chúo” Torrealba?
– Absolutamente a nada. Yo tengo una década recibiendo ofertas y proposiciones para concejalías, alcaldías, gobernaciones, diputaciones y siempre he dicho que no, y es la misma posición que tengo de cara al futuro. Yo no aspiro a ningún cargo electivo. El único cargo al que yo he aspirado ya lo ejerzo, que es el cargo de tribuno de la plebe. Eso lo inventaron los romanos hace varios siglos. Ese es el cargo que ejerzo gustoso. Como secretario de la MUD estoy prestado y estaré hasta tanto y cuanto sea útil.
– ¿Será El Radar de los Barrios una plataforma para conectar a los partidos de oposición con las bases sociales?
– No, El Radar de los Barrios es una escuela de ciudadanía, es un movimiento social autónomo. El Radar de los Barrios seguirá siendo muy crítico frente al Gobierno y muy crítico frente a la oposición, incluyéndome a mí. Aquí de lo que se trata no es de ponerle muletas a la oposición para que llegue al barrio, el tema aquí es cómo lograr que los partidos de oposición reivindiquen a ese militante suyo que está en el barrio, que tiene toda la vida en el barrio y que participa en las luchas sociales que en el barrio se dan y que muchas veces no tiene el reconocimiento y la visibilidad que le otorgue su propio partido.
– ¿Fue un error “la salida” o estaba en lo correcto Leopoldo López cuando insistía en que había que tomar la calle?
– Así como dije hace poco que hay que ‘resignificar’ la palabra diálogo, también hay que ‘resignificar’ la calle como espacio de acción política. Yo soy un convencido de que la calle es el espacio privilegiado de acción política. Ahora, hay que precisar cuál es la calle que nos interesa, si es esa calle llena de policías, guardias nacionales, colectivos armados, perdigones y bombas lacrimógenas, en esa calle no está el pueblo porque donde llega la violencia el pueblo se retira. A nosotros nos interesa la calle con pueblo, es allí donde debemos llevar nuestro mensaje.
– ¿Es un error o un acierto buscar una “salida” inmediata en las calles a la crisis?
– El papel de una dirigencia política no es ceder a la desesperación, la palabra ya lo dice, y una cosa es la esperanza y otra cosa es la desesperanza. La desesperación es un resultado de la desesperanza. El trabajo de nosotros es organizar la esperanza y potenciar la esperanza, por eso todo lo que signifique respuestas precipitadas a la desesperanza no pareciera parte del esquema de una estrategia política eficiente. Yo respeto muchísimo las iniciativas que se han desarrollado por parte de las distintas organizaciones y no me corresponde a mí juzgar la iniciativa que mencionas del dirigente político Leopoldo López; lo que sí te puedo decir es que Leopoldo López es un preso político, es un preso de conciencia, y la solidaridad con los presos políticos es un asunto de principios para Jesús Torrealba y para la Unidad Democrática. Nosotros sí tenemos un plan para sacar a Leopoldo de la cárcel, nuestro plan es construir la amplia mayoría que haga posible la victoria del pueblo sobre el régimen autoritario.
– El camino electoral que está marcado son las elecciones parlamentarias, ¿cómo sortear obstáculos como el reacomodo de circuitos electorales?
– Eso forma parte del trabajo de la alianza, los equipos técnicos y el equipo electoral tiene que abordar esto con la certeza de que no estamos en una competencia democrática ordinaria. Estamos luchando contra unos tipos que hacen uso y abuso del poder, tanto en la manipulación de las instituciones, con el uso de la violencia legal e ilegal, así que teniendo esa certeza hay que tomar todas las medidas para enfrentar la trampa, poderla desbaratar a tiempo y denunciarla.
– ¿Cómo evitar ser “secuestrado” por un partido o por un grupo de partidos dentro de la MUD?
– En primer lugar yo te podría decir que la decisión se tomó por unanimidad, lo cual quiere decir que todos los partidos están de acuerdo y lo otro que te puedo decir es que mi trayectoria de activismo político y social refleja mi clara independencia frente a centros de poder, pero la pregunta es concreta, ¿cómo hacer para no ser secuestrado?
Para no ser secuestrado tienes que tener una conexión directa con tu fuente real de legitimidad, y mi fuente real de legitimidad es el pueblo, la calle. Yo no estoy aquí porque tenga detrás un partido político, un grupo económico, una gobernación o una alcaldía, yo estoy aquí porque vieron que mi desempeño expresa de alguna manera la legitimidad de un liderazgo social. La única manera de no ser secuestrado es no ser secuestrable, y no eres secuestrable si tienes tu conexión viva y activa con tu fuente de legitimidad.
Con información de: Diario La Verdad.