Nicolás Maduro se refirió este martes 24 de febrero al asesinato del joven Kluiverth Roa, de 14 años, quien murió de un tiro en la cabeza por un agente de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en el estado Táchira, sin embargo, más fueron los errores, mentiras, y «metidas de pata» que los aciertos en su discurso.
En un acto desde el estado Sucre que fue transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión, Maduro calificó el hecho como “inverosímil”, aunque no haya nada más verosimil que las imágenes del Kluiverth Roa vestido de liceísta desangrándose en una calle de San Cristóbal mientras los agentes de la PNB emprendían la huida y atacaban con bombas lacrimógenas a los vecinos de Barrio Obrero. Aquí un resumen de sus declaraciones:
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1. Los policías “pasaron por allí”
El presidente, quien se encontraba de gira en Trinidad cuando ocurrieron los hechos, ofreció un reporte que fue televisado, en el que relató una versión de los hechos que contradice los relatos de vecinos, testigos presenciales del asesinato y varios videos del asesinato de Kluiverth Roa en San Cristóbal: “El momento en que un grupo de muchachos, con capuchas, estaban en actividades de protesta y generación de violencia, es la versión preliminar. En ese mometo se produjo un hecho inverosímil: Pasaron unos policías por allí, se enfrascaron en una pelea. Dicen los policías que fueron rodeados, atacados y atacados con piedras. Y uno de los policías accionó esta escopeta de perdigones y mató a este muchacho”. Una joven que presenció y narró el suceso el suceso aseguró que fueron los policías quienes atacaron con perdigones a los manifestantes. Roa salía a esa hora de clases en el liceo Agustín Codazzi y se encontró con un herido por perdigones y se detuvo para auxiliarlo. La policía llegó de manera violenta. Varios jóvenes que manifestaban corrieron. Kluiverth, quien apenas alcanzó a esconderse debajo de un carro, fue sacado por agentes de la PNB. Un funcionario, Javier Osias Mora Ortiz, de 23 años, disparó casi a quemarropa en la cabeza, específicamente en la región occipital.
2. La derecha, siempre la derecha
Maduro acusó a la “derecha” venezolana de formar sectas que reclutan jóvenes para promover la violencia. “Basta de violencia, se lo digo a los grupos de la derecha. Que envuelven en un abanico de odio, y el estímulo, y la preparación de muchachos para que ejerzan violencia, y les envenenan el alma de odio, de deseo de venganza de muerte”.
3. Otra vez, siempre la CIA y “el imperio”
Maduro también acusó a la CIA de formar “sectas” —una palabra que repitió varias veces— como ‘Tradición, Familia y Propiedad’, la cual aseguró formaba fanáticos. Además sugirió que en Venezuela existía una cosa que llamó “la trilogía del mal” y que alguien de esa “trilogía” formaba parte de ‘Tradición, Familia y Propiedad’: “Fue una secta que formó la CIA para formar fanáticos, entre un fundamentalismo católico y un anticomunismo fascista. Aquí en Venezuela y en Brasil existió ‘Tradición, Familia y Propiedad’. Uno de ellos, de la trilogía del mal, que Venezuela conoce, uno de estos monstruos, a su primera edad fue capturado y adoctrinado en ‘Tradición, Familia y Propiedad’. Y ellos han reproducido esos grupos celulares, son como células. Y llenan de odio a jóvenes y los llevan a ejercer la violencia”.
4. Venezuela como potencia educativa
No se sabe si fue porque Maduro estaba en un acto con líderes de agrupaciones estudiantiles de todo el mundo y porque la propaganda oficial necesariamente debe ser llevada fuera de nuestras fronteras. No se sabe si fue porque en verdad se lo cree o porque quiere que el resto del país se lo crea también, pero el presidente sugirió que Venezuela es casi una potencia educativa: “Nuestros muchachos tienen garantizado el derecho al estudio, desde que nacen hasta que se gradúan al nivel que se quieran graduar. Tienen la educación pública, de calidad, gratuita, totalmente gratuita, garantizada por el Estado revolucionario. Hay que ver en cuantos países del mundo esto es un derecho. Sobre todo a nivel universitario. Y estamos buscando el 100% de la matrícula”. La realidad es que en el país hacen falta planteles educativos, la infraestructura educativa está en franco deterioro, la calidad educativa ha descendido (Venezuela está en la cola de países en Latinoamérica que producen investigaciones científicas), las universidades funcionan con presupuestos deficitarios, hay fuga de cerebros y los sueldos de docentes son insuficientes para cubrir la canasta básica.
5. Protesten donde sea, menos donde gobierne el chavismo
El presidente exhortó a los jóvenes que manifiestan a alejarse de la violencia y dijo aseguró que en el país están garantizados los derechos a manifestarse, aunque en el municipio Libertador (Caracas) —gobernado por el PSUV— no se permita a opositores marchar y protestar pacíficamente. Maduro dijo: “Si usted quiere protestar un tema, se organiza y sale a la calle. Pide los permisos respectivos, puede salir a marchar, cantar, gritar consignas. Puede ir a una televisora, a una radio y decir ‘no estoy de acuerdo con esto’. Pero no hay espacio para la violencia”. Se le olvida que a los estudiantes de la UCV no se les permitió acudir a una misa por los caídos Bassil Da Costa, Robert Redman y Juancho Montoya en la iglesia San Pedro el pasado 12 de febrero. El templo, que está apenas a una cuadra de la UCV, fue bloqueado por piquetes de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
6. “Llenos de odio”
El jefe del Estado cree que los que manifiestan contra su gobierno están llenos de odio: “Son muchachos que se han dejado inyectar el odio hacia nosotros. Primero hacia el comandante Chávez, ahora hacia mí y hacia nosotros los revolucionarios. Con el odio no van a lograr nunca nada. Lo único que van a lograr es destruir su propia alma. Basta de violencia, muchachos. Hagan lo que tengan que hacer con sus ideas, pero háganlo en paz, respetando la constitución”.
7. ¿Y la impunidad?
El presidente aseguró que “si algún funcionario, por cualquier razón que sea, encargado del orden público, comete un crimen. Saben ustedes que soy el primero en buscar la orden para detenerlo”. Pero allí están —libres o esperando un juicio que no termina de llegar— los asesinos de Bassil Dacosta, Geraldin Moreno, Juancho Montoya, Robert Redman; o la funcionario de la Guardia del Pueblo que golpeó brutalmente a Marvinia Jiménez y que permanece en libertad y goza de la protección de las autoridades. La impunidad es tal, que ni las fotos o vídeos que muestran a los funcionarios disparando han servido para que sean detenidos.
8. La resolución de Padrino López.
Maduro afirmó: “En Venezuela está prohibida la represión armada y de manera explícita en la constitución están los elementos para contener, como lo hicimos el año pasado”. Pero la verdad es que el Gobierno avaló la resolución 008610 del Ministerio de Defensa, publicada en Gaceta Oficial en enero y suscrita por el ministro Vladimir Padrino López, en la que se autoriza el uso de armas letales para controlar manifestaciones, aunque esto contravenga el artículo 68 de la Constitución venezolana que establece que “se prohíbe el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas en el control de manifestaciones pacíficas”.
9. La mentira de las 43 muertes
“Los 43 muertos de las guarimbas del año pasado. Todos, todos todos, son producto de francotiradores o de hechos vinculados a violencia como estas”, dijo Maduro, aunque funcionarios del Sebin, de la PNB, Guardia Nacional Bolivariana y Guardia del Pueblo aparezcan como responsables de algunas de las muertes causadas el año pasado en el marco de las protestas. El Estado no ha probado en ninguna instancia la vinculación de las muertes a francotiradores, ni ha identificado a ningún francotirador y establecido su culpabilidad.
10. Bonus: reírse tras la tragedia
Maduro cuenta chistes y se ríe. El presidente dijo que condenaba la muerte del adolescente Kluiverth Roa. Pero luego, en la misma cadena, se distendió, contó chistes y rió a carcajadas.
Jesus Alberto Yajure / Runrunes