La presencia de Juan Carlos Caldera, dirigente de Primero Justicia, en la junta de reestructuración de la Mesa de la Unidad Democrática no cayó nada bien entre los ciudadanos, que no olvidan aquel incidente de 2012 que comprometió seriamente su honorabilidad.
Foto: Captura video
Durante la campaña presidencial del entonces aspirante a la primera magistratura, Henrique Capriles, canales del Estado difundieron una grabación en la que se veía cómo Caldera -para entonces, diputado- era presuntamente sobornado y recibía dinero de un personaje anónimo.
En su momento, el propio Capriles rechazó esta conducta y lo expulsó de su proyecto mientras se iniciaba una investigación sobre el caso.
“Él no tiene el derecho de usar mi nombre para beneficios personales, y quien tenga esa visión, queda al margen de este proyecto”, declaró Capriles en su momento.
Caldera se defendió en su momento y explicó que la persona que le entregaba el dinero era Luis Peña, asistente del empresario Wilmer Ruperti. Caldera aseguró que luego de tres reuniones, tanto con Ruperti, su esposa y Peña, había recibido 40 mil bolívares para financiar la campaña electoral.
Ruperti fue el mismo empresario que pagó la defensa de los narcosobrinos.
A un año de ese escándalo, Caldera presentó su renuncia como diputado a la Asamblea Nacional.
Muchos se preguntan si Caldera tiene la probidad moral y la credibilidad necesaria como para afinar los cambios que serán implementados en la coalición opositora para mejorar su funcionamiento interno.
Puertas adentro, tanto en Primero Justicia como en la MUD como que superaron el «desliz» de Caldera, tanto así que asumió la representación de la Mesa de la Unidad ante el CNE para solicitar el referendo revocatorio.
Redacción Maduradas.
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