Rafael Ramírez, vicepresidente para el área económica, dijo este viernes que es «incorrecto» culpar al jefe de Estado, Nicolás Maduro, por los errores cometidos en áreas específicas. Señaló que los funcionarios deben ser «profundamente autocríticos». «Es lamentable, sobre todo porque los que hemos tenido responsabilidades en la construcción de un área especifica tenemos que asumirlas. No podemos trasladar la culpa a otros, en este caso al presidente Nicolás Maduro. Es absolutamente incorrecto eso», dijo.
El también ministro de Petróleo salió así al paso de la carta difundida por el exvicepresidente de Planificación Jorge Giordani el 18 de junio, un día después de su destitución como funcionario, en la que criticó la gestión de Maduro en materia económica. Ramírez apuntó que él es «responsable de todo lo que pasa en la industria petrolera en los últimos 10 años» y aseguró que está «orgulloso de eso». Dijo que no emitirá ninguna opinión sobre la carta de Giordani, pero que en el chavismo existe «un proceso muy fluido de opinión y discusiones», en un «proceso profundamente democrático» dentro de la llamada «revolución bolivariana» que propugnó el fallecido presidente Hugo Chávez.
«No me verán a mí ustedes escribiendo una carta de nada, nosotros somos profundamente leales al comandante Chávez, y profundamente leales al presidente Nicolás Maduro y no somos ingenuos, estamos en medio de un guerra contra nuestro pueblo, contra el socialismo, y no nos vamos a prestar a que nada de eso confunda al pueblo», señaló.
En su carta, Giordani acusó a Maduro de no transmitir liderazgo, de dar sensación de vacío de poder y de tomar decisiones equivocadas en materia económica, incluyendo despilfarro en campañas electorales, críticas que fueron respaldadas por el también exministro Héctor Navarro, que el martes difundió otra misiva. Tras ello, Navarro fue suspendido como miembro de la dirección nacional del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, lo que llevó a otras voces del chavismo a reclamar respuesta a las críticas. Maduro salió al paso el miércoles y tras ubicar a sus detractores dentro de una «izquierda trasnochada» y calificarlos de «desconsiderados», les reclamó por atacar su gestión en tiempos de batalla, cuando «el enemigo» quiere destruirlo, reseñó el portal del diario El Nacional citando a EFE.