El negocio está en todos lados. Por mas que intentan «controlar» la venta de ciertos rubros específicos a «precios justos», sabiendo que la solución es implementar una política económica rentable y no bajar los precios para que la gente esté «feliz», se siguen viviendo colas inmensas no sólo para adquirir productos básicos, sino para comprar electrodomésticos en distintos puntos del país.
Tal es el caso de Daka, donde ciertas personas hacen su «agosto» al vender los puestos de la cola en las afueras del establecimiento, cobrando 3 mil bolívares por ellos y garantizándoles el acceso a la tienda para poder adquirir los cuatro productos permitidos por persona.
En las afueras de la tienda Daka situada en la avenida Rómulo Gallegos, hay una grupo organizado de cinco personas. Nadie los designó, ellos se pusieron de acuerdo y son los que controlan el negocio: Por tres mil bolívares venden un “combo” para quienes no tienen tiempo de pasar horas en una cola. El precio incluye un número que permite la entrada “express” al establecimiento para adquirir los cuatro productos por usuario que permite la tienda. En la semana se reparten 500 números. Cada uno de ellos tiene 100 para vender.
Si por el contrario, llega un cliente que tiene tiempo para hacer la cola, igual tiene que pasar por la alcabala de estos cinco ciudadanos, pues son ellos los que anotan en la lista y reparten los números, bajo la mirada ausente de la vigilancia del local.
“Esto es una mafia muy bien organizada. La mayoría son mujeres buhoneras que se rebuscan por la situación del país”, dijo Francisco Viloria, quien ayuda a una de ellas e insiste en que este mecanismo es conocido por todo el mundo y según su criterio “no tiene nada de malo”.
“Esto es tremendo negocio y si te pones a ver, vale los 3 mil bolívares, porque yo paso la madrugada aquí para poder entrar y comprar lo que quieren mis clientes”, dice una de las mujeres que prefirió guardar el anonimato y que vende números, mientras cuida tres cajas que contienen un horno, una licuadora y una batidora. A los 15 minutos llega una joven a buscar sus productos. Esto ocurre a mediodía del viernes 6 de marzo.
Otra de las maneras de “rebuscarse” es llegar a un acuerdo con los clientes. Si no quiere hacer la cola y necesita solo uno de los cuatro electrodomésticos que permiten adquirir en la tienda, no paga por el número, pasa rápido, pero a cambio, le da los otros tres productos a estas personas.
Neveras no hay… a menos que tengas contactos
Al preguntarle a la vigilante del local por la mercancía regulada disponible a la venta, la respuesta es: No lo sé, tienes que entrar, y para entrar debes tener un número.
La única fuente de información son las personas que controlan el movimiento afuera. Incluso se saben la lista de precios de memoria: Las cocinas Daewoo de 5 hornillas están en Bs. 10.400 y Bs. 16.400 la más grande; el horno Haier cuesta Bs. 8.500; las licuadoras Hamilton Beach en Bs. 1.154. La versión oficial es que lavadoras, aires acondicionados y neveras no hay. Pero Viloria confiesa en voz baja: “Neveras sí hay, pero solo si vienes dateado y con un contacto. Tienes que pagar 5 mil bolívares más”.
Mientras Viloria explica la forma de operar, un motorizado despliega sus dotes de negociante. Le toma fotos a las cajas del horno y un tope de cocina que previamente había adquirido una de las cinco. Acto seguido llama a su potencial comprador y se las ofrece: “Aló, ajá ¿viste la mercancía que te mandé, la vas a querer?”, se le escucha decir, en tiempo real.
Vecinos de la zona pagan las consecuencias
Al lado de Daka están ubicados los edificios Parque Residencial del Este, cuyoshabitantes expresan molestia por la situación que se presenta desde que el presidente Nicolás Maduro ordenara la ocupación de estas tiendas en noviembre del 2013.
Una de las residentes, quien no quiso identificarse, dijo que en las noches se forman escándalos por los conflictos en las colas e incluso pernoctan dentro de las instalaciones de la planta baja del edificio, pero nadie se atreve a decirles nada por miedo.
“También es un problema para salir y entrar del edificio con los carros, porque esta gente se la pasa atravesada aquí y se forman colas en horas picos”, dijo la joven.
A diferencia de otras cadenas que han sido “ocupadas temporalmente” por el Gobierno como Farmatodo y Día Día que están militarizadas; en el caso de Daka de Boleíta Norte, los cuerpos de seguridad brillan por su ausencia.
Con información de Efecto Cocuyo.